Crónicas uruguayas del maratón de Rosario
A continuación transcribimos crónicas de tres de los uruguayos amigos que el domingo 22 de junio corrieron en el maratón de Rosario 2008: Paulo Martínez, Víctor Trillas y Jorge Xavier
Paulo Martínez: Mi primer maratón
"¿Cómo empiezo? ¿Por dónde?
En tan pocas horas viví tantas cosas que creo que lo mejor será decirles que estoy disfrutando el momento. Hubieron cosas que salieron bien y otras no tanto pero, ya vendrá el momento del auto-bombo.
Sin tanta vuelta les cuento que lo logré. Finalicé mi primer maratón en 3 horas con 38 minutos.
Motivos me sobran para salir a la calle con una sonrisa de oreja a oreja, orgulloso de algún día haberme propuesto este objetivo, haberlo trabajado con disciplina y haber cruzado la meta con un nudo en la garganta.
Ahora todo se vé diferente. La distancia reina se respeta mucho más, porque es tal cual, si no la respetás no te perdona. A lo largo de los 42 kilómetros recogí muchísimas experiencias basadas en mis aciertos pero mas aún en mis errores, y todas esas enseñanzas serán puestas a prueba en la Maratón de Buenos Aires durante el mes de octubre.
Desperté a las 6AM, me bañé, beví medio litro de Gatorade, me corté las uñas, me puse vaselina donde corresponde, me vestí y bajé a las 7AM a desayunar.
Con la sensación de que "ésto ya lo viví" (pero en mis pensamientos) comencé con el desayuno, que visto ahora con más calma, fué el comienzo de una cadena de errores que me podrían haber costado mucho más caro.
Desayuné poco. Un vasito de jugo de naranja, un pote de ensalada de frutas, 2 rodajas de pan con mermelada, algunas cucharadas de cereal en seco, y no me pidan más, los nervios me impedían comer más. Pero además, si hablamos de comer con nervios estamos hablando de que a los pocos minutos visitaría al inodoro y así fue. El escaso desayuno me cayó mal, pero no me preocupé mucho y me llevé para la largada un par de barras de cereal y una tableta de chocolate, pero jamás me las comí.
Al llegar a la largada y ver el clima de maratón se ma pasaron todos los nervios, estaba donde quería estar y con quienes quería estar. Todo era perfecto ya que el clima había mejorado. Sin viento ni humedad tenía el panorama un poco mas fácil.
Mi objetivo eran las 3 horas con 30. Para eso había entrenado. Para eso me sentía entrenado.
La salida fue lenta y aunque no ví el cartel del primer kilómetro, estimo que mi ritmo inicial fué de 5:40 aproximadamente. Fue entonces que hice un chequeo de cómo me sentía y el diablito que tenía parado en mi hombro izquierdo me dijo: andá a buscar al pacer de 3:30.
Ya que mi salida había sido bastante lenta, alcanzar al pacer me demandaría hacer un paso más rápido que 5 minutos, es decir que 4:50 fué el ritmo elegido (error 2).
Al llegar al kilómetro 10 pude alcanzar al pacer, y lo que debí haber hecho era quedarme con el, pero me sentía demasiado bien con mi ritmo de 4:50 y poquito a poco me le fui adelantando.
Volví a pasar por la largada en el kilómetro 16. Había transcurrido 1 hora y 17 minutos. A esa altura ya estaba jugado a mantener mi ritmo de 4:50 pero quedaba más de 1/2 maratón. Me pregunté a mi mismo varias veces para ver si no me convendría volver a 5 minutos pero (testarudo el hombre) me mantuve convencido que lo lograría, y teniendo claro todo lo que quedaba por delante, cada músculo de mi cuerpo me decía que sí, que lo intente... y lo intenté.
Pero los músculos comenzaron a sentir hambre. Hasta el kilómetro 28 logré mantener los 4:50 por K, pero el error nº1 (el desayuno) me paso factura rápidamente, yo diría repentinamente.
Fué así que al llegar a los 30K pude notar que mi ritmo ya había bajado, siendo ahora mayor a los 5 minutos, tal vez 5:15.
Tan sólo había ingerido media banana cerca del medio maratón, pero nada más. Respecto a la hidratación no tengo nada para decir, venía muy bien hidratado, pero el hambre comenzaba a torturarme y los 12K que quedaban por delante se volverían eternos.
No recuerdo bien, pero en un momento volvimos a cruzar por dónde en algún momento había estado el puesto de bananas, y varias de ellas ahora se encontraban en el pavimento, peladas y cortadas por la mitad. Durante 100 metros sólo veía bananas en el piso, a la vez que comprendía que si no metía algo sólido en el estómago me quedaría en pocos kilómetros. Sabía que el paso ya era imposible recuperarlo. También sabía que el pacer de 3:30 me pasaría en cualquier momento y no lo podría seguir, llevándose con él mi objetivo de 3:30. Entonces, ahora sólo quería llegar y hacerlo sin detenerme, corriendo porque para eso había entrenado.
No me avergüenza el haber levantado media banana del piso, me apena haber cometido errores tan obvios como los que respectan a la alimentación. Pero no era momento de arrepentimientos, había que seguir. Luego de comer ese trozo de banana, mil metros más adelante encontré a un hombre de unos sesenta y pico alentando con una botellita de jugo y media banana, y yo que aún no había terminado con el hambre, no dudé en pedirle lo que tenía ni el dudó en convidarme. Le dije que valoraba mucho la ayuda y me dijo "dale, ahora seguí".
Los 3 últimos kilómetros se me hicieron más fáciles. Creo que llevaba un ritmo aproximado a los 5:45 y yá sin hambre. Sentía que mis piernas estaban a punto de sufrir calambres. Se veía de todo, corredores en el piso estirando, caminando, caminando y corriendo de a tramos, y eso, aunque parezca raro me alento a terminar mi maratón dignamente, corriendo armado, desepcionado y felíz, con ganas de tirarme a llorar, con ganas de cruzar esa meta tan anhelada.
No voy a describir los últimos metros porque no encuentro la forma. Sólo decir que es inolvidable.
Transcurridas esas 3 horas con 38 minutos, mi sueño de un año y mi trabajo específico de 5 meses habían llegado a su fin. Mi manera de ser me harían disfrutar durante las siguientes horas pero teniendo presente que todo no salió tan bien como quería. Seguramente la inexperiencia me jugó una mala pasada, pero como dije antes, Buenos Aires me dará la revancha."
fuente: Paulo42k
Víctor Trillas: La primera Rosario ya fue
"Dicen los que saben que la primera vez nunca se olvida.
Bueno después de tanto tiempo de espera llego el dia de la verdad.
El viernes fue un dia raro,igual q un niño esperando que se hicera la noche y partir rumbo al desafio mas importante hasta el momento.
El viaje se hizo largo pero aproveche para charlar con la gente que sabe de estas locuras y recibi consejos que lleve a la practica y por cierto me dieron los resultados esperados,ha el mejor consejo,disfruten y olvídense del reloj.
Tambien pude dormir unas horas a pesar de la ansiedad pero igual fue largo y eso que en el grupo hay muy buena onda y un contador de chistes (Marcelo Moreno "Atletas del Sur") que nos hizo grato el camino.
Llegamos al Hotel dejamos el equipaje y salimos en grupo hacia la expo maratón, cada vez se respira mas aire a deporte.
Levantamos los números algunas compras de ropa deportiva y al hotel.
Luego un pequeño recorrido por la peatonal algunas compras, también hay q cumplir con las esposas q nos acompañan en esta locura de correr.
Ya estamos en el Restaurant todo el grupo de locos "atletas" cenando una pasta como el deporte manda.
Ahh !!! también un brindis con un vasito de "checha" y nos vamos a dormir a las 22 hs.
Ya tengo toda la ropa pronta en un rincón del piso dobladita, repaso q no falte nada y a la cama.
Mucho nervio o ¡¡cagazo!! como quieran llamarle.
Las horas pasan y el sueño no viene, el sleep de la tele iba de 30 en 30 y seguía ….
Cuando a eso de las 2:30 hs a.m pude dormir.
6:15 hs suena la alarma y arriba ya no hay que esperar mas …. Llego la hora.
Una ducha, vestirme y a desayunar.
6:58 a.m y ya estamos en la puerta del comedor esperando q abran, un buen desayuno ( abundante) y a la cancha.
Los nervios son cada vez mas y la pancita lo siente,
El ómnibus nos lleva a la largada, ya esta no hay marcha atrás …. Hay q correr.
La organización espectacular, todo perfecto y a las 9 arrancamos.
Muchos competidores de variada edad y nacionalidad ya estamos en ruta, con paulo salimos atrás del pace maker de 3:45 lo seguimos 3 kms. Y decidimos dejarlo atrás y siguiendo los consejos de Hector Yeritano (grande)
Salimos tras nuestra liebre de 3hs 30, paulo sigue adelante lo alcanza y yo quedo 150 mts atrás.
Los kilómetros pasan,los primeros 16 son una fiesta, me dio para disfrutar el paisaje hermoso de la ciudad, pero no todo con rosas. A los 21 un tiempo bueno para mi y mi liebre sigue a 150 metros.
El paisaje ya no es tan visible, queda de lado. El primer gel es necesario y el cansancio se hace sentir pero sigo adelante, ya algunos se caminando y al grito de VAMOS CHICOS !!!! …. Avanzo.
Kilometro 32 se vino lo feo …..
Las piernas te pesan mas y los cálculos de lo que falta te empieza a taladrar la cabeza es ahí donde comienzo a focalizar el objetivo, "la meta". Pero falta mucho.
El recuerdo del enfrentamiento duro y no fallarme a mi familia y a los compañeros q me decían: estas loco y sobre todo no fallarme a mi.
Ya con garra mas q fuerza segui adelante kilometro a kilometro, pero se hacían cada vez mas largos, mi liebre de 3:30 ya no estaba a la vista ahora sin querer mirar atrás.
Mi objetivo era no ser cazado por el lobo de 3:45.
Ya estoy muy cansado, tengo hambre y el puesto de fruta se los debo, en el kilometro 36 un señor al costado de la calle me ofrece un chocolate y le digo "si gracias hermano" para mi fue como un "angel" que me pusieron ah, lo bajo con agua y sigo.
Estoy en el kilometro 40 y las piernas ya no me pertenecen, camino 10 segundos para tomar fuerzas y con el aliento de la gente "ya esta quedan 2" sigo arrastrando mis piernas, se hacen eternos, calle empedrada parece q dolieran mas.
Pienso no puedo quedar aca y sigo con un nudo de emoción en la garganta que me quita la respiración.
Creanme q estos si fueron duros, nose q es lo q te lleva pero escucho la música y veo el arco de la llegada y no lo puedo creer, la gente alienta cada vez mas.
El lobo de los 3:45 no me alcanzo, cuando ves a los tuyos la emoción es enorme y los dolores también, pero LLEGUE !!!!
Esta medalla si que te la ganas ; la paseas con orgullo como diciendo ….
YO LO HICE CARAJO !!!!!
Victor Trillas"
Más fotos 42k Rosario: http://picasaweb.google.com/sayagorunning/
Jorge Xavier: "Mi segundo maratón"
Con un frío terrible, partimos "los tres mosqueteros" de Sayago Running (Víctor, Paulo y yo) desde Montevideo casi a la medianoche del viernes 20, junto a un montón de amigos ("esos locos que corren"): Marcelo Bariatti, Héctor Yeritano, Marcelo Moreno, Alejandro Rey (Atletas del Sur), Carlos y Susana (Ruteros 60), David (Corredores de Las Piedras), Vïctor Hugo Marín (Coetc), Eduardo Medina (Olimpia) y otros uruguayos cuyos nombres no recuerdo (perdón …) de Corredores del Prado, Corredores de la Piedra Alta y … creo que me olvido de algunos. Ariel Imken ya nos esperaba en Rosario, pues viajó en avión.
Como dijo el Tío Yeritano: ¿qué les pasa a los de Sayago Running que apenas empiezan a correr, ya arman un blog (Paulo) o ponen una dirección de correo "runner" (yo)? Son estas locuras …
Con un montón de atrasos (merece un capítulo aparte), llegamos a Rosario a las 13 horas del sábado. Fuimos casi directamente a buscar el kit de la carrera y a comprar un montón de cosas baratas a la Expo Maratón (Víctor se acordó de los pedidos de Rai y Augusto). Recién después, fuimos a almorzar (ya cerca de las 15 horas) y a recorrer algo del centro, por la peatonal. Preciosa ciudad, y muy amigable. Con el cansancio marcado en los rostros, volvimos al hotel a descansar un rato, pues a las 20 horas ya estábamos citados para cenar (tallarines) en el Restaurante Olimpo, a media cuadra del hotel.
Domingo a las 7, bajamos a desayunar, para partir cerca de las 8 a la Plaza de la Bandera. ¡Espectacular! Vean las fotos. Con mucho nervio de los "debutantes" (Víctor y Paulo), fuimos entrando en calor, estirando y preparando la partida. Muchas fotos con la aurinegra, hasta que aparecen dos uruguayos que identifican la gloriosa. Uno de ellos, resultó ser un coterráneo (Jorge Moraes, de Artigas) cuyo hijo también le salió manya … Obviamente, le regalé la camiseta.
Mi objetivo fue llegar en menos de 5 horas, pensando en que 4 semanas antes en Porto Alegre (mi debut en la distancia reina) puse 5 hs 23 minutos. El Tío Yeritano me recomendó pegarme al "pace maker" de las 4 horas … ídolo, Héctor! Arrancamos a tren controlado, en un recorrido precioso. Sin darme cuenta, me fui un poquito adelante del "pacer" de 4 horas, a mi ritmo de "entrenamiento". A los 5K llevaba 29 minutos, y a los 10K, 57 minutos. Me sentía entero. Me encontré con Carlos (Ruteros 60), quien me recomendó que me pegara a él … no pude, me fui lentamente adelante. A los 15K nos esperaban Adriana, Verónica y Fernanda para vernos pasar … llevaba 1 h. 25'. Llegué a los 20K en 1 h. 54' y a la media maratón (21K) en 2 horas. Seguía entero. El "pacer" y todos los que los seguían se fueron lentamente hacia delante, pero no me preocupó, pues quería seguir mi ritmo y sentía que iba bien. El primer sobre de "gel" lo tomé en el K 18. No hice la locura de Porto Alegre de empezar a tomarlos antes y creo que dio resultado, pues no me cayeron mal. A los 25K empecé a cruzar a Paulo (que ya volvía … me llevaba como 3 km o más), Víctor y Ariel. Completé 30K en 3 horas … seguía sintiéndome bien y disfrutando del espectáculo. No tomé líquidos en todos los puestos de rehidratación, cosa que me ayudó pues no sentía ganas de orinar. El 2º gel lo tomé a los 28 K y el 3º a los 36K. En el medio comí barras de cereal con miel y un par de ticholos. A los 33K aparece en bicicleta el uruguayo Jorge Moraes, que había corrido los 7K y estaba apoyando a sus amigos. Me acompañó durante 1K y resultó una gran ayuda. En el 39K me alcanzó Marcela (ni idea de quién es, pero llevaba el nombre a la espalda, y ya la había pasado en los 10K), quien me grita que "voy a batir mi record", pues le había comentado al principio que venía de correr la maratón de POA con un triste record de 5 h 23 min). En ese kilómetro casi paro a sentarme junto a una estatua del Negro Olmedo con su eterna sonrisa, que hay en una plaza preciosa de Rosario.
En el 40K me alcanza Carlos (Ruteros 60) y se va lentamente. Iban 4 hs. 08' y según mis cálculos, aún caminando ya ponía menos de 4 hs. 30 minutos … Alcanzo a dos compañeros de Corredores del Prado y lentamente los paso. A falta de 500 metros, ya empecé a aplaudir y a agradecer a viva voz a todos los rosarinos que estaban en la llegada. Casi me quiebro (emocionalmente …) cuando me doy cuenta que voy a bajar mi tiempo anterior (sólo 4 semanas antes) en algo más de una hora … Ariel me esperaba para entregarme la bandera uruguaya, Víctor y Paulo ya habían llegado, Adriana, Fernanda y Verónica estaban al costado sacando fotos … ¡Qué linda gente! ¡Adriana y su aguante es un capítulo aparte! Creo que es la culpable de esta locura, pues gracias a ella –que me anotó en el Urunday, hace unos dos años- arranqué para las corridas.
Entre gritos de aliento de rosarinos que alentaban con su ¡fuerza uruguayo!, crucé la meta en 4 hs. 22 minutos 30 segundos … Bajé mi tiempo en 1 hora 30 segundos. Aprendí la lección, y no cometí los errores de la primera vez. Me sentí un ganador, pese a que llegué en la posición 111 entre 141 de mi categoría, y 792 en la general (de entre cerca de 1200 corredores). ¡Gracias a los amigos de Sayago Running y del Gimnasio! ¡Gracias Fabiana y Magela (las "profes")! ¡Hasta Punta del Este!
Jorge Xavier.
fuente: Sayago Running
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