MENSAJES AL VUELO

jueves, 9 de octubre de 2008

A toda velocidad...


Galgos en el cesped y en el tartán

"A vuela pluma se dirá: “¡Menuda chorrada! ¡Pues claro que Usain Bolt es más rápido que cualquier futbolista...! Para eso se entrena el jamaicano, para ser el atleta más veloz del mundo. ¿Acaso alguien dudaría que el jugador del Arsenal Robin Van Persie transformaría más penas máximas que el caribeño? Cada cual a lo suyo”. Pues vale, es una lectura; una revisión simplista pero efectiva. El tema en cuestión, sin embargo, tiene otros matices y responde a diversos estudios realizados por distintas universidades internacionales de probado prestigio (Glasgow, Colonia, Columbia...). El duelo –ficticio– entre velocistas y futbolistas se dirime en puntas máximas de velocidad, en momentos explosivos... En situaciones similares ¿Quién es más rápido? Ese es el debate. Usain Bolt desafió las leyes de la física en el estadio de ‘El Nido del Pájaro’ al correr los 100 metros en 9.69, los 200 en 19.30 y el relevo 4x100 metros en 37.10. En los tres casos, acreditó récords mundiales. La ciencia no estaba preparada para esos registros. El debate sigue abierto: ¿qué limite tiene el ser humano?, ¿hay un techo...?

Michael Johnson, que defendía el récord del mundo de los 200 metros (19.32) desde los Juegos de Atlanta’96, dijo poco antes de la final olímpica de Pekín que Bolt no mejoraría su registro. Tardó pocos minutos en tragarse sus propias palabras. Lo que más sorprendió al tejano nacido en Dallas es que el antillano corrió los primeros 100 metros en 10.12 y los segundos, en 9.34. Todo y así, en el doble hectómetro Johnson sigue manteniendo el récord de punta de velocidad con 42,5 kilómetros por hora. Es en los 100 metros donde Usain Bolt ‘reventó’ literalmente los relojes al acreditar 43,9 km./h. para parar el crono en 9.69. Curiosa situación en un atleta de 1,96 metros de envergadura que reaccionó tarde y mal –poner su enorme cuerpo en acción no es tarea nada fácil– pero que una vez lanzado se convirtió en un obús imparable. Para que se hagan una idea: de los ocho finalistas, Bolt fue el séptimo más lento en reaccionar al disparo de salida (0,165 milésimas de segundo). Sólo aventajó a Churanddy Martina, de Antillas Holandesas (0,169). Los más veloces fueron el estadounidenses Walter Dix y el trinitense Richard Thompson (ambos con 0.133). Sin embargo, fue tal la superioridad del jamaicano que mediados los 85 metros de carrera, separó sus brazos del cuerpo y se golpeó bruscamente en el cuerpo. Según los expertos, Bolt pudo correr los 100 metros 0.09 más rápido (9.60) aunque su entrenador, aún más osado que los investigadores, aseguró que su registro debió ser de 9.55. ¿Un bocazas...?

Un atleta que mantiene un ritmo constante durante un largo período de tiempo en los 100 metros derrotará, por lo común, a otro que sea mucho más rápido en un corto espacio de tiempo. Esta carrera se desarrolla por fases. En la primera de ellas, los atleta dan pasos cortos pero frecuentes y tardan su tiempo en erguir el torso. Generalmente, el momento de aceleración se consigue al paso por los 50 metros. En ese instante, un velocista del máximo nivel puede devorar once metros por segundo. En la última fase, los esprinters tratan de mantener la velocidad construida. En los Juegos de Pekín, Usain Bolt mantuvo su pico de forma durante...¡30 metros!

En la pasada Eurocopa de fútbol disputada en Suiza y Austria, el jugador holandés del Arsenal Robin van Persie fue controlado como el futbolista más veloz, con una punta de 31,5 kilómetros por hora. El único jugador que se le aproxima en ese ránking es el croata Ivica Olic (31,4 km./h.) mientras que otros como el portugués Cristiano Ronaldo acredita 29,41 km.h. Es cierto que los futbolistas corren en situaciones diferentes a las de los velocistas. Ellos llevan botas y se deslizan sobre la hierba mientras que los esprinters utilizan calzado adecuado para el tartán y clavos. Los primeros se entrenan para afrontar distancias cortas –por lo común entre los 5 y los 30 metros– y casi nunca corren en línea recta. Tras un esprint, precisan de un período de recuperación más alto que el de los velocistas porque no se preparan para semejante esfuerzo. Tras una carrera de 30 metros, descansan y ya barruntan la siguiente jugada en tanto que un velocista que afronte un 100 metros no alcanza su tren de velocidad hasta los 50 metros. Las técnicas de esprint empiezan a ser incorporadas en el fútbol. El medallista olímpico en relevos Darren Campbell ha entrenado a Andrei Shevchenko y el ex campeón de Europa en pista cubierta de los 200 metros, Ade Mafe ha sido requerido por diversos clubs ingleses."

fuente: Interesante nota de Sport.es referida en Megainformes

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