Las calles de Buenos Aires se cubrieron de emociones.

Por Joaquín Aguirre
De la Redacción de LA NACION

Los corredores desbordaron entusiasmo y pasión a lo largo de un exigente recorrido Foto: Fernanda Corbani

No fue un domingo más. El amanecer gris y algo lluvioso oscurecía la mañana e invitaba a permanecer en casa. El paisaje urbano en nada se asemejaba a un desierto dominical . La gran responsable fue la 8a Maratón de la Ciudad de Buenos Aires, organizada por el Gobierno de la Ciudad y la Fundación Ñandú, y que obtuvo el marroquí Abdelhakin El Falhi, con un tiempo de 2 horas, 22 minutos y un segundo.

Desde temprano hubo un movimiento bien distinto del habitual. Esquinas cortadas (y no precisamente por alguna marcha), numerosos agentes de tránsito y mesas servidas con frutas y agua mineral formaron parte de los 42 kilómetros que atravesaron el Obelisco, la Plaza de Mayo, Puerto Madero y el Monumental, entre otros puntos.

Antes de las 7.30, las adyacencias del Parque Roca, en Villa Soldati, eran un mar de gente . Sin distinción de nacionalidad, se mezclaban brasileños, franceses y, por supuesto, argentinos. "Es la segunda vez que corro. Por trabajo no pude entrenarme a full, pero lo que más me importa es llegar". Así resumió Javier, de 39 años, el sentimiento dominante en la entrada en calor. No importaba el puesto; el objetivo era cruzar la meta en el Parque de los Niños.

La lluvia no pareció amedrentar a nadie. Para algunos fue un aliciente extra. Según alguien que se definió como entendido en el tema, correr bajo estas condiciones ayuda para reducir los riesgos de deshidratación.

Cinco kilómetros les bastaron a El Falhi y al brasileño Caetano Dos Santos (finalizó en segundo lugar) para despegarse del pelotón. La diferencia fue agrandándose paulatinamente hasta tornarse definitiva. Ya en los 12 kilómetros nadie dudaba que alguno de ellos ganaría la carrera. Luego de atravesar las calles de La Boca, el marroquí comenzaba a alejarse de su escolta.

Desde arriba de un bus dispuesto por la organización, LA NACION acompañó el sprint final del vencedor. La vista fija al frente y una mueca algo torcida que dejaba ver dos grandes dientes; el cuerpo flaco como un alambre y la respiración jadeante: rasgos de un campeón. A las 9.53 cruzó la meta. Se arrodilló y besó la tierra que un año antes lo había visto llegar en el cuarto lugar. No estaba eufórico ni mucho menos. Sólo dijo: "Estoy muy contento. Ganar aquí fue algo muy bueno". Y llovieron aplausos.

Las principales posiciones: 1) Abdelhakin El Falhi (Marruecos), 2h22m1s; 2) Caetano Dos Santos (Brasil), 2h23m2s; 3) Giniard Piñeiro (Brasil), 2h29m39s; 4) Carlos Silva (Brasil), 2h35m21s; 5) Ariel Molina (Argentina), 2h36m48s; 6) Alejandro Luchik (Argentina), 2h38m52s; 7) Andrés Bastida (Argentina), 2h39m33s. En las categorías para atletas con capacidades especiales se impusieron José Luis Urtiaga (no videntes 1), Gustavo Berna (no videntes 2) y Fabián Pelleriti (silla de ruedas).
El triunfo que marcó el retiro de Sandra Torres

Con un tiempo de 2h48m46s, la cordobesa Sandra Torres venció en la categoría Damas y anunció su retiro del atletismo. La escoltaron sus compatriotas Andrea Graciano (a 2m8s) y Lorena Lázaro (a 6m18s).

fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1058819