MENSAJES AL VUELO

lunes, 18 de agosto de 2008

Empate de jamaiquinas sería el primero en Juegos


Shelly-Ann Fraser, Kerron Stewart y Sherone Simpson disfrutan de la gloria para Jamaica - Foto: AP

PEKIN (De nuestros enviados especiales).- Jamaica, el país más veloz del planeta, acaba de establecer una monarquía en los 100 metros llanos, la prueba estrella del atletismo. Y para demostrarlo consagró en los últimos días al rey, a la reina y a las princesas de los velocistas. Al impresionante récord mundial de Usain Bolt para ganar el oro en sólo 9s69/100 le siguieron ayer las mujeres, con un espectacular 1-2-3 que encabezó Shelly-Ann Fraser (10s78/100), escoltada por sus compatriotas Sherone Simpson y Kerron Stewart, que compartieron la medalla plateada al cruzar la línea mismo tiempo (10s98/100).

Todavía se escuchaban las voces de asombro por la proeza de Bolt, cuando las jamaiquinas se encargaron de agregarle más elogios a la sorprendente cantera de grandes velocistas que es la pequeña isla del Caribe. La rechazada apelación de los Estados Unidos, que denunció ante la IAAF una presunta salida en falso, algo que no notaron los jueces ni pudo descubrirse en las imágenes de TV, no alcanzó para quitarle brillo a una actuación notable de Fraser, que justificó su victoria y la medalla plateada compartida por Simpson y Stewart, por lo que denominó "el efecto Bolt". Las tres habían insinuado este final en las series eliminatorias, en las que dejaron atrás a la campeona mundial Veronica Campbell. "Trabajé toda mi vida para esto. Quiero dedicar esta victoria a mi entrenador, a mis amigos y a mi país. Estoy feliz por poner otra vez a Jamaica en el mapa. Nadie esperaba que ganase y por eso no tenía presión. Sólo deseo volver a casa", señaló la ganadora, de 21 años, y también confesó que "la actuación de Usain (por Bolt) me inspiró para ganar".

Jamaica produce hombres veloces con llamativa facilidad, y ahora demuestra que las mujeres también contienen ese gen distintivo, aunque la de ayer haya sido la primera medalla dorada de la historia. "Es maravilloso. Los tres primeros de Jamaica, es histórico. Eso dice mucho de nuestro país", comentó emocionada Simpson, después de esperar durante un par de minutos el resultado oficial de la carrera, demorado para certificar que no habría tercer puesto. Una decisión que pareció sumarse a la fiesta jamaiquina, evitando que Simpson o Stewart debieran conformarse con el bronce.

Anteayer, Bolt fue el primer campeón olímpico de los 100 metros de Jamaica, un dato curioso que tiene sus matices. Porque en realidad ya lo habían conseguido antes tres oriundos de la isla, aunque representando a otros países: Ben Johnson corrió para Canadá en Seúl 1988 (después fue despojado por doping), Linford Christie representó a Gran Bretaña en Barcelona 1992 y Donovan Bailey también fue canadiense en Atlanta 1996. Bolt repesenta ahora a una nueva generación de atletas que elige quedarse en su país y prescindir de las jugosas ofertas del exterior, sobre todo de universidades norteamericanas.

Con la actuación de las mujeres ayer, en el Nido de Pájaro, se hace inevitable la proliferación de teorías para explicar por qué una nación con poco más de 2.700.000 habitantes logra tanto protagonismo en el mundo de la velocidad. Las explicaciones son múltiples. Dicen que Jamaica cuida a sus velocistas como si fueran criaturas elegidas por los dioses. El potencial, supuestamente, surge de una mezcla de las cualidades físicas naturales con el sistema educativo que tiene una clara influencia británica, tanto en los colegios como en las universidades. Según un estudio conjunto de la Universidad de Glasgow y de las Indias Occidentales, la potencia jamaiquina procede del Acrinen A, un componente en las fibras musculares de contracción rápida que no tienen en la misma proporción, por ejemplo, los australianos. Por supuesto que la explicación del Actinen A no convence a los miembros de la Agencia Mundial Antidoping, que siguen con celo especial a los corredores jamaiquinos.

Por lo pronto, los dirigentes de ese país ya auguran un aumento de la presión de los controles antidoping sobre sus atletas, como consecuencia directa de estos triunfos. "Ahora serán más examinados. Los éxitos atraen a la Agencia Mundial Antidoping, y eso tiene cierta lógica", dijo Don Anderson, integrante del Comité Olímpico de Jamaica. También se refirió a la otra estrella jamaiquina, Asafa Powell, afirmando que sufrió "una perturbación mental" por la cantidad de controles a los que fue sometido en estos Juegos.

fuente: diario La Nación

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