Usain Bolt, candidato a deportista del año 2009
"Tras un año excepcional, con tres medallas de oro (100, 200 y 4x100 relevos) y tres récords del mundo conseguidos en los Juegos Olímpicos de Pekín, el sprinter jamaicano Usain Bolt tiene asegurado el título de mejor atleta del año 2009, que se otorga el domingo en Mónaco.
En el Mundial de atletismo de Berlin, en agosto pasado, el "rayo" jamaicano volvió a demostrar su supremacía pero sin romper nuevas marcas mundiales ((SIC HALCONES: la afirmación anterior es falaz: los últimos dos récords son de los mundiales de Berlín)).
Para la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), con sede en el principado de Mónaco, Bolt es una bendición, casi un mesías para la disciplina.
Fue él quien "salvó" al primer deporte olímpico dos años atrás, cuando se encontraba en muy mal momento, "en el fondo de un pozo", dicen algunos, con problemas de dopaje como el caso Balco o las confesiones de la atleta estadounidense Marion Jones, reina del sprint, de haber tomado sustancias prohibidas.
Para Lamine Diack, el presidente de la IAAF, los casos de Jones y de los sprinters estadounidenses Tim Montgomery y Justin Gatlin, culpables de dopaje, fueron traumatizantes.
Por eso, Diack considera a Bolt como un "hijo pródigo", hasta el punto que decidió prolongar su mandato a la cabeza de la IAAF a pesar de sus 76 años.
Tanto por su medallas como por sus récords, el jamaicano (1,96 metros de altura) forma parte de otra dimensión del deporte, gracias a un físico excepcional y a una personalidad única.
Bolt es actualmente el único atleta que puede aspirar al título de deportista universal, como lo fue en su tiempo el jugador de baloncesto Michael Jordan.
Hace 20 años, el estadounidense Carl Lewis, que no sólo era bueno en sprint sino también en salto de longitud, fue tambien un icono. Pero eran tiempos distintos, los de la edad del oro del atletismo, con deportistas como el ucraniano Sergei Bubka (salto de pértiga, 35 récords del mundo), la "locomotora" estadounidense Michael Johnson, el argelino Nourredine Morceli, rey del semifondo, o la "gacela" francesa Marie-José Pérec.
Objetivamente, Bolt no está solo en la cima. El etíope Kenenisa Bekele, "emperador" del semifondo, tiene un palmarés único. Pero es un desconocido fuera de los círculos del atletismo, a causa de su carácter reservado.
Jean Poczobut, ex presidente de la federación francesa de atletismo (FFA), no cree que el dominio del esprint en las largas distancias sea algo "cultural o sociológico".
"En los años veinte y treinta los campeones de semifondo estaban mejor preparados, por eso la gente se interesaba más en ellos, mientras que los sprinters era considerados como aficionados", subraya Poczobut.
No es el caso de Bolt, que a pesar de su carácter alegre, trabaja con muchísima disciplina.
"En general, cuando hay que escoger entre dos grandes campeones, uno de sprint y otro de semifondo, el sprinter siempre gana. Para el público, el esfuerzo breve es más inmediato, más comprensible", afirma por su parte Sandro Giovannelli, encargado de la organización de las reuniones de la IAAF.
El riesgo para el atletismo es la popularidad de Bolt, que hace olvidar el resto de disciplinas, lo que podría ser un problema a largo plazo. (AFP)"
fuente: Ovación digital, 21 de noviembre de 2009
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