Halcones en turismo-aventura por pozos azules (24/feb/09)
El martes 24 de febrero de 2009, tres Halcones (Jorge, Carina y Pollito) estuvimos de turismo-aventura en Pozos azules (Maldonado, Uruguay). Fue toda una travesía muy recomendable y de la que salimos con el compromiso de regresar a explorar más lugares de esta Sierra de las ánimas que, a pesar de su popularidad, tiene cientos de zonas aun vírgenes, con muchas áreas poco recorridas en un autodescubrimiento constante de cañadas, pozos y espejos de agua o escaladas agrestes y otras un tanto más familieras.
Cabe señalar que la zona es propiedad pasada a manos de varios privados que intentan, a cambio del cobro de entrada, preservar ecológicamente el área. Basta recordar que en la cima del Cerro de las Ánimas, a 501 metros, existió a mitad del siglo XX el llamado "Mirador Nacional", un bastión enorme portador de una gigantesca bandera uruguaya que dicen que era del doble de dimensiones de la ubicada en la conocida como "Plaza de la Bandera" en Montevideo. También se dice que en ese lugar, el propio Artigas asumió la tarea de encender un gran fogón visible desde la fortaleza de Montevideo avisando la invasión de los portugueses.
Si se ingresa por la ruta 9, frente al parador Los Cardos, lleva más de 12k escalando para luego aproximarse a la zona de las cañadas y los denominados "pozos azules". Por allí, cobran 40 pesos la entrada y tienen un control de ingreso con revisación incluida. Puede consultarse más información en el sitio www.sierradelasanimas.com
Sin embargo, los propietarios del área de los pozos no son los mismos de esta entrada y tampoco es la vía más corta para hacerlo. Por ello, en esta oportunidad accedimos lateralmente a la sierra por el camino que surge desde la vieja ruta 9, en el ingreso a la ciudad de Pan de Azúcar, hasta el establecimiento que simplemente se denomina "Pozos azules".
Allí cobran 30 pesos el acceso y, al igual que realizan en Los Cardos, toman los datos de quienes ingresan. Debemos reconocer que, dependiendo de la actividad que uno realice dentro del monte, ésta puede ser riesgosa por las piedras sueltas y senderos embarrados con pendientes siempre próximas. Además, al apartarse de los senderos marcados, es realmente fácil transformar el desafío en odisea por lo agreste de la vegetación. Nos encontramos un par de veces con una familia que al atardecer iba haciendo círculos sin hallar la salida hacia la ruta 9, a quienes recomendamos salir por donde nosotros, aunque continuaron deambulando.
Ingresando desde esta propiedad, son 3 kms de caminata hasta la base del monte y luego otros 2 hasta uno de los pozos señalizados más elevados. Nosotros preferimos meternos en el agua de la propia cañada y realizar el ascenso buscando los pozos por la senda adonde se van dando una sucesión de pequeñas cascaditas (ver video).
Luego pasamos buen rato en un par de los pozos que, en alguna de sus partes, pueden llegar hasta casi dos metros de profundidad (seguramente incidiera la lluvia del fin de semana previo).
En ese punto, decidimos explorar distintos caminos para seguir buscando otras cañadas y ascensos posibles al cerro desde allí. La mayoría de los senderos (sin más señal que bosta de terneros) se van angostando a tal punto que finalmente se transforman en bosques de espinosos árboles. En uno de estos intentos fallidos acabamos en el cerro intermedio de la cañada en forma de Y a una buena altura en el ascenso aunque a riesgo de que la puesta de sol nos descubriera internados en una enramada en la que, como decía Antonio Machado, "al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que no se ha de volver a pisar". Casi literal. Uno se va abriendo entre las ramas y espinas trepando el monte con peligrosas rocas con musgos y barro y al mirar atrás no va quedando demasiado claro por dónde regresar y siempre en terreno vertical.
Luego de desandar esa trepada, cruzamos la cañada nuevamente y, ya por la seguridad del sendero turístico, en vez de salir hacia el establecimiento, optamos por hacer un rápido trekking de ascenso al cerro por la senda marcada para ello. Como mencioné, quedaba poco para la puesta de sol así que realmente tenía que ser una trepada al trote al estilo Adventure o Salomon Race casi en vertical.
Próximo a los 350 metros de altura, el sendero se transforma en un monte rocoso con amplia vista panorámica, especialmente de la zona Este del país, desde el perfil de Punta del Este hasta todas las serranías próximas a Piriápolis.
Se encuentra uno en tal silencio y pequeño ante aquello tan enorme que percibí un sonido cadencioso parecido a un tambor. Cuando reconocí en aquel ruidaje al ritmo cardíaco pegué rápida frenada. Al llegar Jorge le comenté y también había sentido el mismo efecto.
IMPERDIBLE vista panorámica 360º colgada en GoogleEarth por un visitante desde la mayor altura del cerro (501 metros). (Cliquear sobre la imagen para verla con detalle)
Aun en aquella altura, se miraba hacia arriba y aun había larga cuesta de quizás 1,5k y 130 metros de ascenso vertical. Carina había quedado subiendo detrás de Jorge y no sabíamos si había desistido o seguía ascendiendo porque a esa altura era amplio el desgaste (por más acolchonadas que sean las zapatillas, las rocas van haciendo mella en las plantas, especialmente caminando por medio de las cañadas). Dado que ya en esa altura no hay sendero, realizamos algunas grabaciones y emprendimos el regreso.
Una vez juntos los tres, desandamos el camino con cansancio y satisfacción por el paseo pero con el bichito picando de regresar en mayor número próximamente y seguir exporando otros pozos y cascadas de registro casi inédito que pueden advertirse por GoogleEarth aunque a mayor distancia y camino entre los cañadones verticales.
Apenas tengamos detalle de salida, avisaremos el "programa" en el sitio por si alguien quiere sumarse. Este plan seguramente incluiría el cañadón de los espejos, otra cascada interesante cuya imagen se observa en Panoramio/GoogleEarth cerca del cerro de Aguiar (varios kms detrás) y un pozo de 90 metros de largo por 27 de ancho más accesible desde el lado Oeste.
Foto de cascada registrada por Carlos Brandi y ubicada en el GoogleEarth próxima al cerro de Aguiar
Pozón ubicado a 200 metros de altura y un par de kilómetros detrás de la cima de la Sierra de las ánimas hacia el lado Oeste de casi 90 metros de largo y 27 de ancho (sin registro fotográfico disponible en la web).
Espejo de la luna
Espejo del guardián
Espejo de la cuevita
videocrónica: Marcos Medina
fotos: Panoramio/GoogleEarth e imágenes de los espejos en el cañadón tomadas del sitio Sierradelasanimas.com
Muy bueno el video del paseo y la info que comparten, pensamos ir el fin de semana a visitar los Pozos Azules y de verdad nos ayudaron mucho con la info, gracias por compartir imágenes, datos y sobre todo la felicidad q les salía por los poros el estar en ese lugar.
ResponderEliminarSaludos
Sandra